El Palacio de las Dueñas, residencia de la familia Machado durante los primeros años del poeta, representa no solo un lugar físico sino el espacio fundacional de su imaginario literario.
Se cumplen 150 años del nacimiento de los poetas sevillanos Manuel (29 de agosto de 1874) y Antonio Machado (26 de julio de 1875). Este último fue homenajeado el pasado 26 de julio.
Sus padres, Antonio Machado Álvarez (1848-1893), conocido como Demófilo –antropólogo y estudioso del flamenco–, y Ana Ruiz (1854-1939), tuvieron ocho hijos, de los cuales sobrevivieron cinco: Manuel, Antonio José, Joaquín y Francisco.
Manuel afirma a Antonio: “Tu poesía no tiene edad. La mía sí. Tu poesía no tiene tiempo; la mía es hoja caduca”. Antonio le responde: “La poesía nunca tiene edad cuando es verdaderamente poesía, y la tuya lo es”. Ambos tenían razón, aunque quizás Manuel acertaba más al evaluar la perdurable influencia de cada uno en la poesía actual.
Antonio Machado fue elegido miembro de la RAE en 1927. En 1931, escribió su discurso de ingreso, ¿Qué es la poesía?, pero las circunstancias políticas le impidieron leerlo, aunque decía así: La poesía es el más alto deporte de la inteligencia, pero acaso el más superfluo. La lírica fallece porque nuestro mundo interior se ha empobrecido”. Por su parte, Manuel Machado ingresó en la Academia el 19 de febrero de 1938.
Manuel Machado colaboró con Antonio en obras teatrales como La duquesa de Benamejí, Juan de Mañara y La Lola se va a los puertos. Su obra poética, con títulos como Alma, Cante hondo, Ars moriendi y Phoenis, aunque con rasgos modernistas, está profundamente marcada por el folclorismo heredado de su padre. Dedicó poemas a palos flamencos (Seguiriyas, Soleariyas, Tonás, Sevillanas), siendo su composición más célebre "Andalucía": "Cádiz, salada claridad,/ Granada, agua oculta que llora.../ Y Sevilla".
Sin embargo, como anticipó Manuel, la poesía de Antonio Machado “no tiene tiempo”. Atemporal, brota del alma y conecta con el sentimiento humano universal, trascendiendo lugares (Sevilla, Soria, Baeza, París, Nueva York...) y épocas.
Antonio Machado sigue siendo uno de los poetas más influyentes y queridos. Sus sentencias filosóficas, puestas en boca del heterónimo apócrifo Juan de Mairena –“Nadie es más que nadie”, “La verdad, no tu verdad, y ven conmigo a buscarla, la tuya guárdatela”–, calaron hondo en el pueblo. Su alta poesía, popularizada magistralmente por Joan Manuel Serrat, ha llegado a millones: “Caminante no hay camino,/ se hace camino al andar”; “Mi infancia son recuerdos/ de un patio de Sevilla”; “Y al cabo nada os debo;/ debéisme cuanto he escrito”; “Estos días azules, este sol de mi infancia” (título que inspiró el magnífico documental de Laura Hojman, Los días azules); “Viejos olivos sedientos.../ Olivares polvorientos/ del campo de Andalucía”.
Su despedida visionaria, “Y cuando llegue el día del último viaje,/ y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,/ me veréis a bordo ligero de equipaje,/ casi desnudo, como los hijos de la mar”, sigue resonando con fuerza, confirmando que su voz, verdaderamente, no tiene fecha de caducidad.
La exposición 'Sevilla y Antonio Machado. 150 aniversario del nacimiento del poeta (1875-2025)' se puede visitar en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Sevilla hasta el 31 de octubre con entrada gratuita en horario de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas y domingos yfestivos de 10:00 a 14:00 horas.
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