En la Real Maestranza de Sevilla se representa un acto único en el universo taurino. Durante toda la temporada podremos ver el tradicional rejoneo o corrida de rejones. El Rejoneo es un espectáculo que representa una lucha entre la fuerza y la astucia de los animales. Este acto taurino es excepcional debido a la interacción entre el jinete y su caballo. Mediante su dominio, el jinete impulsa al caballo, previamente entrenado para este propósito, a perder todo miedo ante un enemigo más valiente y feroz.
El caballo utilizado para el rejoneo está específicamente domado para enfrentarse a un toro bravo. Esta lidia se lleva a cabo en una plaza de toros y se divide en tres etapas. Aunque es una forma de torear, difiere de las corridas de toros donde la lidia se realiza a pie. Los jinetes y caballos más capacitados para este espectáculo se encuentran en España y Portugal.
El cabello baila alrededor del toro y el toro intenta defenderse del acoso del jinete. Existe un debate sobre si esto se considera arte o cultura, o simplemente un acto de crueldad hacia un animal indefenso.
Según describe Tablantes en su Anales de la Real Plaza de Toros de Sevilla durante el siglo XV, en la época caballeresca, los nobles aparecían en la plaza ricamente armados, mostrando en sus escudos emblemas dedicados a sus damas. Con el objetivo de probar su valía, demostraban audacia y valor en la diversión de alancear toros. Durante este siglo, todas las ciudades españolas exigían a cualquier individuo socialmente privilegiado que revalidara su posición jerárquica demostrando en público su habilidad para combatir toros a caballo.
Bajo el reinado de Felipe IV, la fiesta alcanzó su punto máximo de espectacularidad barroca. Olvidadas las restricciones, las ciudades y villas españolas celebraban magníficas fiestas taurinas en ocasión de victorias marciales, matrimonios reales, nacimientos principescos, beatificaciones, canonizaciones, entronizaciones y bendiciones. El arte contemporáneo de torear a caballo y clavar rejones y banderillas en la cruz del toro se conoce como rejoneo o corrida de rejones. En España, el toreo caballeresco fue relegado a un segundo plano en el siglo XVIII, aunque continuó siendo la base del toreo en Portugal.
La lidia a caballo, al igual que la lidia a pie, se divide en tres tercios. Comienza con el paseíllo a caballo de los lidiadores y sus cuadrillas a pie, durante el cual se realiza una demostración de doma en el ruedo. En la lidia de rejones, el rejoneador también debe observar las características del toro y sus querencias para entender cómo abordar la tarea de torear. Las corridas de rejones se rigen por el mismo reglamento taurino que las corridas a pie, según el Reglamento de Espectáculos Taurinos, artículo 7. Este artículo detalla las categorías de los rejoneadores, la obligación de estar inscritos en el registro y las condiciones que deben cumplir para tomar la alternativa.